Frente a una guerra híbrida de agresión , Venezuela resiste

Como lo expresó en uno de sus relatos, un gran escritor chileno, Luis Sepúlveda, la Libertad es un estado de gracia y sólo se es libre cuando se lucha por ella.

En Venezuela hemos pasado momentos sumamente complejos y difíciles en estos últimos años, desde el año 2014, en particular, vivimos las secuelas del acaparamiento y la hiperespeculación y el intenso contrabando de extracción de productos nacionales como el gas doméstico, la gasolina, alimentos, productos de higiene personal y cualquier otro producto de manera ilegal hacia los países fronterizos y las cifras de inflación fueron astronómicas, como bien lo ha reiterado de manera consecuente, la profesora y economista, Pasqualina Curcio, el ataque del imperialismo a la moneda nacional ha traído como consecuencia la caída de las exportaciones, del desplome de la producción nacional desde el año 2013. De hecho, por cada 100 bolívares de disminución del producto interno bruto (PIB), 60 son explicados por la depreciación inducida del bolívar que asciende a 5.466.052.934.406% desde 2013. El ataque al bolívar es una de las principales causas, junto con la caída de las exportaciones, del desplome de la producción nacional desde el año 2013. De hecho, por cada 100 bolívares de disminución del producto interno bruto (PIB), 60 son explicados por la depreciación inducida del bolívar que asciende a 5.466.052.934.406% desde 2013.

El año 2015, fue el mismo año del famoso decreto de Obama. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, firmó en marzo de 2015, una nueva orden ejecutiva en la que declara una “emergencia nacional” por la amenaza “inusual y extraordinaria” a la seguridad nacional y a la política exterior causada por la situación en Venezuela. y también del control y la aplicación de SANCIONES del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos que impedía e impide las transacciones monetarias y financieras hacia nuestro país y desde Venezuela hacia el exterior a través del sistema financiero internacional controlado por intermedio del Iban y del Swift. Por otra parte, se impide la renegociación de la deuda externa, por ejemplo, si un país como Francia pagara, hoy en dia, su deuda externa, sería el caos total de su economia. Los Estados Unidos trató por todos los medios de colapsar la industria petrolera nacional y la caída de PDVSA, con el propósito de tener una nación y un Estado en caos y gobernado por el Fondo Monetario Internacional.

Además, la economía venezolana se enfrenta a la confluencia de cuatro eventos adversos: la crisis estructural del modelo rentista petrolero; sanciones unilaterales y coercitivas por parte de Estados Unidos y la Unión Europea y, en el último año, a una crisis sanitaria mundial provocada por la Pandemia de COVID-19. Todos los episodios de este embrollo jurídico-político que se incrementa desde la desaparición física del presidente y comandante Hugo Rafael Chávez Frías, en forma de una verdadera “guerra de guerrillas” entre las partes interesadas, en un contexto de manipulación de la opinión pública, tensiones políticas los medios de comunicación y la interferencia permanente de potencias extranjeras, comenzando por los Estados Unidos y el séquito de Donald TRUMP. Volveré a eso en un momento.

Las agresiones han sido multiformes, citaré algunos ejemplos: en 2019, como parte de la autoproclamación y usurpación de funciones presidenciales por parte del diputado del partido político Voluntad Popular, Juan Guaidó, cuatro importantes operaciones mercenarias, de diferente preparación y alcance, fueron desarrolladas. La más representativa fue la denominada “Operación Libertad” del 30 de julio, cuando el mitin de Cristopher Figuera, exdirector del Sebin (equivalente de la DGSE y DGSI), hizo posible la liberación de Leopoldo López y que un intento de levantamiento militar se organizó fracasando a las pocas horas. Las operaciones “Vuelvan Caras”, “Fuerza y Libertad” y “Aurora” también se han implementado. Sin olvidar el magnicidio frustrado contra el presidente Maduro del 4 de agosto de 2018, silenciado y objeto de burlas y manipulaciones por los medios de comunicación internacionales y del silencio cómplice de los gobiernos de los países miembros de la Unión Europea.

Y las sanciones …

El crescendo de presión de Estados Unidos contra mi país ha seguido creciendo y sofisticándose. Comenzó bajo la presidencia de BUSH prohibiendo a Venezuela tener acceso soberano a sus adquisiciones de equipo militar para la autodefensa, luego continuó con un decreto presidencial de Barack OBAMA considerando que el “Venezuela era una amenaza para la seguridad de Estados Unidos”, hasta la política unilateral de coacción de la  administración TRUMP, de “sanciones” totalmente ilegal desde el punto de vista del derecho internacional, de “presión «prohibiciones económicas, financieras sobre fuentes de financiación internacionales, inédito que literalmente ahoga la economía venezolana y penaliza muy duro la población de mi país a diario (explicando varias carencias y, en particular, el acceso a la asistencia sanitaria para los más desfavorecidos y drogas, entre otros). 

Estimaciones oficiales, pero también análisis académicos y científicos probados, afirman que actualmente hay entre $20 mil millones y $25 mil millones en activos venezolanos varados en el exterior. La mayoría de las cuentas de Venezuela, unos $7 mil millones, están bloqueadas en más de 40 bancos internacionales. Y casi la mitad de esa cantidad se encuentra en Europa. La mayoría de las cuentas venezolanas en el exterior están bloqueadas. Las reservas de oro venezolanas están bloqueadas. Activos financieros, bonos y los valores de Venezuela están bloqueados o bajo una amenaza permanente de bloqueo de la participación del sistema financiero imperialista.

Las sanciones bloquean el derecho de Venezuela a las negociaciones de deuda soberana externa, estableciendo una política de facto de chantaje al sistema financiero internacional. Las sanciones niegan el acceso al gobierno y la industria venezolana Compañía Petrolera Nacional a Fuentes de Financiamiento Internacionales. 

Desde 2013, los ingresos cambiarios anuales de Venezuela cayeron un 90%. La renta del país es de 42.690 millones de dólares en 2013 a 4.088 millones en 2018. Hoy, El bloqueo contra Venezuela impide a mi país el acceso normal al mercado internacional para comprar bienes y servicios con regularidad, comida y medicina. Incluso durante la pandemia del covid-19, Venezuela no pudo acceder a la compra de suministros médicos para hacer frente a la contingencia sanitaria. A la fuerte caída del precio del petróleo y al sabotaje interno destinado a reducir la producción de petróleo, agregó la decisión de los Estados Unidos evitar que un solo dólar provenga de mercados y organizaciones los recursos financieros llegan a Venezuela. Mientras tanto, Venezuela se ha asentado de vez en cuando más de $60 mil millones en capital e intereses de su deuda exterior.

Las sanciones ordenan el congelamiento de miles de millones de dólares venezolanos en bancos internacionales, que se traduce en un desvergonzado robo cometido por la mano invisible del mercado. En junio de 2019 se sumaron más de 7 mil millones de dólares a 40 bancos internacionales y que no se puede utilizar ni devolver en Venezuela. De esta suma, el 80% se destinó a la compra de medicamentos, alimentos y materias primas esenciales para la economía venezolana.

Las sanciones rastrean las transacciones de oro y criptomonedas previstas por Venezuela como alternativa para buscar financiamiento y enfrentar el embargo petrolero aplicado, aunque no declarado. Las sanciones confiscaron propiedades y activos por un monto estimado de más de $30 mil millones de dólares en el territorio de los Estados Unidos y otros países. Prohíben el comercio marítimo de petróleo venezolano. 

Impiden que el Banco Central de Venezuela y la banca pública venezolana puedan realizar operaciones en el marco del sistema financiero internacional. Rastrean programas alimentarios negando así al pueblo venezolano su derecho a la alimentación. Bloquean la compra de medicamentos, productos y equipos médicos, al tiempo que justifican acciones de “ayuda humanitaria” a la población de Venezuela.

Las sanciones crean un bloqueo general de todos los activos, bienes e intereses de Venezuela en el territorio de los Estados Unidos y amenazar directamente a cualquier persona, empresa u organismo que tenga relaciones económicas con Venezuela.

Y con la presidencia de Biden, poco ha cambiado en este sentido …continúa la agresión, el bloqueo, las sanciones, como una fase permanente del poder imperial ante aquellos países que construyen espacios de soberanía e independencia en los ámbitos internacionales y nacionales.

De repente, comienza en Venezuela un periodo de restablecimiento económico que se manifiesta en una forma no tan feliz a través de templos de consumo en las grandes ciudades, especialmente en Caracas, bodegones donde consigues productos venezolanos y de todas partes del mundo y también observamos la dolarización progresiva de la economía en la vida cotidiana. También comienza a vislumbrarse un crecimiento económico en la agricultura campesina y parece que las predicciones para el año próximo se vislumbran positivas y también vemos una disminución considerable de la inflación. Sin embargo, en la administración pública, en el sector educativo y en las universidades, el deterioro del salario real es inmenso… Esto puede traer consecuencias importantes en el incremento de las desigualdades sociales.

Las SANCIONES continúan y la forma de enfrentarlas han sido múltiples… Lo que deseamos de todo corazón los venezolanos y venezolanas con pertenencia y arraigo soberanos, es que de una vez por todas se levanten las SANCIONES y se supere la situación, a mi parecer, más grave de la situación en nuestro país, el balance migratorio negativo, por primera vez en la historia del siglo XX y también de comienzos del siglo XXI, fue por primera vez negativo en el año 2015. Las cifras no las podemos ofrecer con exactitud porque hasta el momento en que se haga el próximo censo nacional, estaremos al corriente de las cifras del balance negativo de la migración venezolana. Nuestras esperanzas residen en un cambio hacia formas de democracia de corte popular y progresista en América del Sur y América central. Las tendencias van en ese sentido y eso es una gran ayuda para Venezuela, así como la victoria de un liderazgo progresista en Colombia y el restablecimiento de relaciones normales entre nuestros dos países. El proyecto bolivariano es un proyecto que cobra hoy en día una mayor vigencia y es nuestro deber realizarlo y estamos en el momento de una cuesta para desarrollarlo. Como lo expresó en uno de sus relatos, un gran escritor chileno, Luis Sepúlveda, la Libertad es un estado de gracia y sólo se es libre cuando se lucha por ella. En ese sentido, considero que el proyecto bolivariano es un estado de gracia de igualdad, soberanía, participación popular y de solidaridad, y sólo es posible construirlo mientras luchemos por hacerlo realidad.

Michel Mujica Ricardo especial para La Pluma, 31 de diciembre de 2021
Sociólogo, profesor universitario y diplomático