El dulce y ácido níspero japonés

Como su nombre lo indica, el níspero japonés vino de oriente. Se trata de la fruta de un árbol perenne que crece en forma de racimos. Su pulpa es carnosa, dulce y con un ligero toque ácido.

Por su gran contenido de agua, vitaminas, fibras y minerales, tiene una variedad de propiedades nutricionales y benéficas para la salud, por lo que recomiendan su consumo en todas las etapas de la vida.

Se le conoce, comúnmente, como níspero, níspero japonés o níspero del Japón. En Venezuela suelen emplearse los dos últimos nombres, pues con el primero denominamos a una fruta de la familia de las sapotáceas (Manilkara zapota).

Dulce y acidito

Con su refrescante sabor agridulce, el níspero japonés, cuya denominación científica es Eriobotrya japónica, ha llegado al mundo entero. Pertenece a la familia de las rosáceas. El fruto tiene una forma redonda u ovalada y mide entre 2,5 y 6 centímetros. Su pulpa, aromática y carnosa, es de tonalidades que van desde el amarillo hasta el naranja. La piel es muy fina y de color amarillo-naranja, muy fina. Tiene de cuatro a seis semillas, en promedio, marrones y de gran tamaño.

Suele consumirse crudo, pero también es usado para preparar jugos, salsas, jaleas, mermeladas, jarabes, gelatinas, pasteles y otros productos de repostería. En Las Bermudas se elabora un licor muy particular.

Cuando la fruta obtiene su tamaño máximo, se cosecha. A medida que el níspero japonés va alcanzando su etapa de madurez, se torna menos duro y el color de su cáscara se aclara. Maduro, el níspero japonés o del Japón, debe ser tratado con cuidado porque es muy sensible al tacto. Luego de cortado se mantiene en buenas en un lapso de cinco a nueve días.

El árbol de níspero japonés

El Eriobotrya japónica es un árbol pequeño, con una altura promedio de entre cinco y ocho metros. Su copa es redondeada y muy ramificada. De tronco corto y corteza grisácea. En los países con las cuatro estaciones, florece en otoño. Mientras que en los trópicos se pueden dar hasta tres floraciones al año, siendo la segunda la que generalmente da más frutos.

Si bien el tronco del níspero japonés es recto y se ramifica a muy baja altura, las raíces son superficiales. Las hojas, de color verde muy oscuro y forma elíptica, son alternas y cubiertas de pelos. Miden entre 15 y 20 centímetros y presentan el margen aserrado.

Genera un gran número de flores blancas, perfumadas y pequeñas, de 1,5 centímetros de diámetro con cinco pétalos anchos, que se agrupan en los extremos de las ramas. Se reproduce de varias formas, pero la más común es por injerto.

La planta requiere riego constante pero no necesita de grandes cantidades de agua para desarrollarse y producir abundantes frutos. Los suelos arenosos con buen drenaje, son los mejores para su cultivo.  Aunque es bastante resistente a las enfermedades, es susceptible al ataque de diversas plagas que suelen alojarse en sus tallos y hojas, así como a los ácaros de la araña.

Desde oriente

También conocido como níspero del Japón o ciruela japonesa, se originó en el sureste de China y al sur de Japón, posiblemente. Sin embargo, se señala además que pudo haberse introducido en Japón desde hace muchísimo tiempo. En ese país, aseguran, se ha cultivado por más de 1000 años.

Los países de occidente lo conocen gracias a Engelbert Kaempfer, médico y botánico alemán, quién lo presentó en 1690. Llegó a Europa como especie de árbol frutal en el siglo XVIII. Con el tiempo se inició su consumo en toda la zona mediterránea, donde se adhirió muy bien a las áreas de cultivo de los cítricos. Su cultivo intenso inició entre 1950 y 1960.

En la actualidad tiene presencia en casi todo el mundo. Algunos señalan que fue introducido en América por Hawai y luego, desde California, se propagó por todo el continente. Se da en países como México, Colombia, Brasil, Costa Rica y Venezuela, con facilidad.

Japón, China, India y Pakistán son los principales países productores del níspero japonés. Además, se cultiva en países mediterráneos como España, Italia, Francia y Grecia, el norte de Suramérica, Centroamérica y Mexico.

Pectina, taninos y ácidos

Como muchas frutas, níspero japonés tiene propiedades antioxidantes. Contiene pectinas (fibra soluble) y taninos, que son sustancias astringentes. La pulpa contiene abundantes ácidos orgánicos tales como cítrico, tartárico y málico abundantes en su pulpa.

La pectina, por ejemplo, retiene agua, se abulta en el estómago y forma un gel que reduce la velocidad de vaciamiento gástrico, además de producir sensación de saciedad. Esto resulta útil para personas que siguen regímenes alimenticios para perder peso. A esta fibra soluble se le atribuyen efectos benéficos en caso de diarrea porque hace más lento el tránsito intestinal. También disminuye la acidez.

Por su parte, los ácidos cítrico, tartárico y málico ejercen acciones reguladoras y tonificantes. sobre las mucosas. La fibra que contiene el níspero japonés ayuda a reducir el colesterol y a controlar los niveles de azúcar en sangre, por lo que su consumo del es beneficioso en caso de diabetes y colesterol alto.

Muchos beneficios y pocas calorías

Gracias su alto porcentaje de agua (90%) y a las vitaminas y minerales que contiene, contribuye a mantener el buen funcionamiento del organismo. Es fuente de vitamina B1, B2, B3 y C. Entre los minerales que aporta el Eriobotrya japónica, destaca el potasio, necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso y una normal actividad muscular. Además de hierro, manganeso, fósforo y magnesio.

Esta fruta tiene también betacaroteno, el cual se transforma en vitamina A en nuestro organismo conforme este lo necesita y que es esencial para la visión, piel, cabello, mucosas y huesos sanos.

Proporciona un moderado aporte calórico y a pesar de su dulce sabor, contiene una módica cantidad de azúcar.

Fuente de medicina natural

Son muchas aplicaciones medicinales que se le atribuyen al agridulce níspero japonés. Por su gran cantidad de agua tiene propiedades diuréticas, por lo se recomienda a personas con hipertensión. Como fuente de betacaroteno, contribuye a reducir el riesgo de enfermedades degenerativas, cardiovasculares e incluso del cáncer.

Según estudios comer níspero japonés puede ayudar a prevenir la formación de cáncer bucal y de pulmón.

Las hojas se usan en algunos países contra la diabetes o la tos, pues consumidas en infusión tiene efectos expectorantes. Como es rico en fibra soluble, mantiene la humedad en el colon y funciona como laxante natural, además de proteger su membrana mucosa de sustancias tóxicas.

Facilita la eliminación de arenilla y sedimento de ácido úrico de los riñones, por lo que está especialmente indicado en caso de gota y cálculos renales. Popularmente se asegura que, mezclado con corteza de rábano, el níspero del Japón ayuda a expulsar piedras de la vejiga.

Por si fuera poco, contribuye al cuidado del hígado, por lo que se recomienda al paciente diagnóstico con hígado graso, comerlo.

Haiman El Troudi

Con información de Frutas y Hortalizas, Hablemos de Alimentos, La Frutería Digital y Ecured

Fuente: Haiman El Troudi

Editado por María Piedad Ossaba