Opinión
En Marruecos encarcelan a los periodistas sin ningún fundamento real y fuera de todo sentido común

La lucha por la verdad y la libertad de prensa se concreta hoy en la defensa de la libertad de expresión, que ha sido cuestionada por el encarcelamiento de Soulaiman Raissouni, Omar Radi, Imad Stitou, Taoufik Bouachrine y Chafik Omerani.

Un grupo de intelectuales apoya a Soulaiman Raissouni, Omar Radi, Taoufik Bouachrine, Imad Stitou y Chafik Omerani; perseguidos por ejercer su profesión, y pide a las autoridades francesas que no hagan la vista gorda.

En un momento en que Francia y Marruecos parecen avanzar hacia el plan de autonomía marroquí para el Sáhara Occidental -en contradicción con el derecho internacional-, no podemos dejar de reaccionar ante el injusto procesamiento de los periodistas marroquíes Soulaiman Raissouni (en prisión desde mayo de 2020), Omar Radi (en prisión desde julio de 2020), Taoufik Bouachrine (en prisión desde diciembre de 2019), Chafik Omerani (en prisión desde febrero de 2021) e Imad Stitou. Estamos muy preocupados por Soulaiman Raissouni y Omar Radi, quienes iniciaron una huelga de hambre ilimitada el 8 de abril de 2021 para obtener su liberación.

De hecho, estos periodistas han informado sobre numerosos casos, incluida la corrupción y las protestas sociales (especialmente en el Rif) que han sacudido a Marruecos, sin cambiar aun la realidad del régimen policial del Majzén. Soulaiman Raissouni, Omar Radi, Taoufik Bouachrine, Imad Stitou y Chafik Omerani están acusados, sin ningún fundamento real y fuera de todo sentido común, de “violencia sexual”, “delitos contra la moral”, “participación en actos de carácter delictivo”, mientras que los actuales dirigentes políticos se han beneficiado y se benefician del amplio silencio de las autoridades y de los grandes medios de comunicación franceses.

Soulaiman Raissouni, por ejemplo, ha sido acusado de “violación con violencia y secuestro”, sin que se haya presentado ninguna denuncia. En cuanto a Omar Radi, se le está procesando por varios cargos espurios: desacato al tribunal, violencia, embriaguez en la vía pública, violación y atentado al pudor, atentado contra la seguridad interior y exterior del Estado y espionaje.

Estos periodistas son objeto de persecución judicial

A pesar de que Omar Radi acudió a cada una de las doce citaciones realizadas por la Brigada Nacional de la Policía Judicial (BNPJ), demostrando su voluntad de no rehuir de su deber cívico, y después de someterse a unas 100 horas de interrogatorio en cinco semanas por cuatro procedimientos diferentes, fue puesto en prisión preventiva, y en régimen de aislamiento, el 29 de julio de 2020.

Se trata, por tanto, de un caso de detención arbitraria tras un auténtico acoso judicial y policial. Todos ellos han sido objeto de persecución judicial durante varios años, bajo motivos inicuos e inventados para encubrir juicios políticos, para manchar, condenar y encarcelar.

Detenidos en varias ocasiones por ejercer con entusiasmo su labor periodística, Soulaiman Raissouni, Omar Radi, Taoufik Bouachrine, Imad Stitou y Chafik Omerani se han negado a ceder ante las amenazas y la intimidación. ¿Se deben condenar a meses o años de prisión simplemente por hacer su trabajo de informar a los ciudadanos de su país con una honestidad profesional ejemplar?

La libertad de expresión en tela de juicio

No podemos consentir con nuestro silencio semejante denegación de la justicia. François-René de Chateaubriand (1768-1848) describió la pasividad ante la injusticia como “el silencio de la abyección”. En contra de este silencio, un historiador como Pierre Vidal-Naquet denunció el uso de la tortura por parte del ejército francés durante la guerra de Argelia e inició una investigación para averiguar la verdad sobre la desaparición del matemático Maurice Audin (1932-1957).

La lucha por la verdad y la libertad de prensa se concreta hoy en la defensa de la libertad de expresión, que ha sido cuestionada por el encarcelamiento de Soulaiman Raissouni, Omar Radi, Imad Stitou, Taoufik Bouachrine y Chafik Omerani.

Por eso instamos al presidente Emmanuel Macron a que intervenga con decisión ante el rey marroquí, Mohamed VI, para que se libere a Soulaiman Raissouni, Omar Radi, Imad Stitou, Taoufik Bouachrine y Chafik Omerani. Es una cuestión de honor para Francia contribuir a la liberación de quienes se han convertido en símbolos de la libertad de información vulnerada.

Esperando una decisión de clemencia

Esto estaría en consonancia con las declaraciones del jefe de Estado francés sobre Marruecos durante su visita a Rabat (junio de 2017): “un país amigo y socio estratégico” para Francia, en el que no hay “ninguna razón para temer ningún deseo de represión.” Esta declaración, que es la antítesis de una postura arrogante heredada de la colonización ―entre dos países amigos y socios estratégicos―, no hará sino dar más peso a una intervención del presidente francés ante su homólogo marroquí, del que cabe esperar que tome una decisión de clemencia que sea sensata y respetuosa con los derechos humanos.

Firmantes

Nicole Abravanel, historiadora; Yazid Ben Hounet, antropólogo; Louise Bruit Zaidman, historiadora; Claude Calame, helenista y antropólogo; Sophie Desrosiers, historiadora y antropóloga; Christiane Klapisch-Zuber, historiadora; Rose-Marie Lagrave, socióloga; Martin de La Soudière, etnólogo; Michèle Leclerc-Olive, socioantropóloga; Olivier Mongin, editor; Véronique Nahoum-Grappe, antropóloga; Martyne Perrot, socióloga; Nicole Phelouzat, socióloga; Christelle Rabier, historiadora de la ciencia; Gisèle Sapiro, socióloga; Lucette Valensi, historiadora; Sophie Wahnich, historiadora.

Various Authors – Autores varios – Auteurs divers- AAVV-d.a.

Original: Au Maroc, des journalistes sont emprisonnés sans base réelle et hors de tout sens commun

Traducido por Miguel Álvarez Sánchez

Traductions disponibles : English 

Fuente: Tlaxcala, 24 de abril de 2021

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