Geopolítica Soleimani, un año después

Todo esto es un proceso continuo e interconectado que ningún Hellfire (fuego del infierno) puede quemar.

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Hace un año, los Años Locos empezaron con un asesinato.

El asesinato del General de División Qassem Soleimani, comandante de la Fuerza Al-Quds del Ejército de los Guardianes de la Revolución Islámica (EGRI), y de Abu Mahdi al-Muhandis, subcomandante de la milicia iraquí Hashd al-Sha’abi, por misiles Hellfire guiados por láser y lanzados desde dos drones MQ-9 Reaper, fue un acto de guerra.

El ataque con drones en el aeropuerto de Bagdad, ordenado directamente por el Presidente Trump, no sólo fue unilateral, no provocado e ilegal, sino que fue diseñado  como una provocación brutal para desencadenar una reacción iraní que luego sería contrarrestada por la “legítima defensa” de los USA, presentada como “disuasión”. Llámalo una forma perversa de bandera falsa invertida.

El Mighty Wurlitzer* imperial  lo presentó como un “asesinato selectivo”, una operación preventiva para aplastar la supuesta planificación de Soleimani de “ataques inminentes” contra diplomáticos y tropas usamericanas.

Falso. No hay pruebas. Y luego, el primer ministro iraquí Adil Abdul-Mahdi, ante su Parlamento, expuso el verdadero contexto: Soleimani estaba en una misión diplomática, en un vuelo regular entre Damasco y Bagdad, involucrado en complejas negociaciones entre Teherán y Riad, con el Primer Ministro iraquí como mediador, a petición del Presidente Trump.

La máquina imperial, con total desprecio por el derecho internacional, ha asesinado a un enviado diplomático de facto.

Las tres principales facciones que alentaron el asesinato de Soleimani fueron los neoconservadores usamericanos -que ignoran la historia, la cultura y la política del sudoeste asiático- y los grupos de cabildeo israelí y saudita, que creen fervientemente que sus intereses son defendidos cada vez que Irán es atacado. Trump no vio el panorama general y sus terribles ramificaciones: sólo lo que le dictó su principal patrocinador israelí, Sheldon Adelson, y lo que le susurró al oído Jared de Arabia Kushner, controlado a distancia por su amigo íntimo Mohamed Ben Salman (MbS).

La armadura del «prestigio» usamericano

La respuesta iraní al asesinato de Soleimani fue cuidadosamente calibrada para no desencadenar una “disuasión” imperial vengativa: lanzamientos de misiles de precisión en la base aérea de Ain al-Assad, controlada por los usamericanos, en Iraq. El Pentágono había sido advertido con antelación.

Como era de esperar el período previo al primer aniversario del asesinato de Soleimani debía degenerar   en advertencias de una nueva guerra entre USA e Irán de nuevo a punto de estallar.

Por lo tanto, es instructivo examinar lo que el comandante de la División Aeroespacial del EGRI? el general de brigada Amir-Ali Hayizadeh, dijo a la red libanesa Al Manar: “Los Estados Unidos y el régimen sionista [Israel] no han llevado la seguridad a ninguna parte y si algo sucede aquí (en la región) y estalla una guerra, no haremos distinción alguna entre las bases usamericanas y los países que las albergan”.

Hayizadeh, comentando sobre los ataques con misiles de precisión de hace un año, agregó: “Estábamos preparados para la respuesta de los usamericanos y toda nuestra potencia de misiles estaba en alerta. Si hubieran respondido, habríamos atacado todas sus bases, desde Jordania hasta Irak y el Golfo Pérsico, e incluso sus buques de guerra en el Océano Índico”.

Los lanzamientos de misiles de precisión sobre Ain al-Assad hace un año representaron una potencia de rango intermedio, debilitada por las sanciones y enfrentada a una enorme crisis económica/financiera, que respondió a un ataque apuntando a los activos imperiales que forman parte del Imperio de las Bases. Esta fue una primicia mundial, nunca vista desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Fue claramente interpretada a través de vastas extensiones del Sur global como una perforación fatal de la armadura hegemónica del “prestigio” usamericano de hace varias décadas.

Así pues, Teherán no quedó realmente impresionado por los dos B-52 con capacidad nuclear que volaron recientemente sobre el Golfo Pérsico, ni por el anuncio de la Armada de los USA de la llegada al Golfo Pérsico, la semana pasada, del USS Georgia, cargado de misiles con capacidad nuclear.

Estos despliegues se efectuaron en respuesta a una declaración infundada de que Teherán estaba detrás de un ataque con 21 cohetes contra la Embajada de los USA en la Zona Verde de Bagdad.

Los cohetes (sin explotar) de 107 mm -marcados en inglés y no en farsi – pueden ser comprados fácilmente en un zoco de Bagdad por prácticamente cualquier persona, como lo he visto con mis propios ojos en Iraq desde mediados de  los años 2000

Esto no puede considerarse de ninguna manera como un casus belli – o “autodefensa” que se fusiona con “disuasión”. La justificación de Centcom se asemeja en realidad a un sketch de Monty Python: un ataque “… casi con seguridad llevado a cabo por una milicia de matones apoyada por Irán”. Tenga en cuenta que “casi con seguridad” es un código para decir: “no tenemos ni idea de quién lo hizo”.

Javad Zarif @JZarif
Nuevas informaciones de inteligencia de Irak indican que los agentes provocadores israelíes están planeando ataques contra los americanos – empujando a Trump, que está por irse, a un casus belli forjado.

Cuidado con la trampa, @realDonaldTrump. Los fuegos artificiales serán un duro golpe para sus propios APS (amigos para siempre).
03 pm 2/1/2021 Twitter Web App 

Cómo llevar a cabo la verdadera guerra contra el terrorismo

El Ministro de Relaciones Exteriores iraní, Yavad Zarif, se tomó la molestia (véase el tweet) de advertir a Trump que estaba atrapado en un casus belli falso, y que el contragolpe  sería inevitable. Este es un caso de la diplomacia iraní perfectamente alineada con el EGRI: después de todo, toda la estrategia post-Soleimani viene directamente del Ayatolá Jamenei.

Y esto conduce a Hayizadeh del EGRI  a establecer una vez más la línea roja iraní en relación con la defensa de la República Islámica: “No negociaremos con nadie sobre la potencia de los misiles – anticipando cualquier intento de integrar la reducción de misiles en un eventual retorno de Washington al Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC). Hayizadeh también señaló que Teherán ha limitado el alcance de sus misiles a 2.000 km.

Mi amigo Elijah Magnier, posiblemente el principal corresponsal de guerra en el suroeste de Asia en las últimas cuatro décadas, ha detallado la importancia de Soleimani.

Todo el mundo, no sólo a lo largo del Eje de la Resistencia -Teherán, Bagdad, Damasco, Hezbolá- sino también en vastas regiones del Sur global, saben muy bien cómo Soleimani dirigió la lucha contra el Estado Islámico/Daesh en Iraq de 2014 a 2015, y cómo ayudó a recuperar Tikrit en 2015.

Zeinab Soleimani, la hija del impresionante general, trazó el perfil del hombre y de los sentimientos que inspiró. Y el Secretario General de Hezbolá, Sayed Nasrallah, en una extraordinaria entrevista, destacó la “gran humildad” de Soleimani, incluso “con la gente común, la gente sencilla”.

Nasrallah cuenta una historia que es esencial para situar el modus operandi de Soleimani en la guerra real -y no ficticia- contra el terrorismo, y que merece ser citada en su totalidad:

“En esa época, Hach Qassem se dirigía del aeropuerto de Bagdad al de Damasco, de donde venía (directamente) a Beirut, en los suburbios del sur. Llegó a mi casa a medianoche. Recuerdo muy bien lo que me dijo: “Al amanecer, debes haberme proporcionado 120 comandantes de operaciones (de Hezbolá)”. Le respondí: “Pero Hach, es medianoche, ¿cómo puedo proporcionarte 120 comandantes?” Me dijo que no había otra solución si queríamos luchar (eficazmente) contra el EI,  para defender al pueblo iraquí, nuestros lugares sagrados [5 de los 12 Imanes chiíes tienen sus mausoleos en Irak], nuestras Hauzas [seminarios islámicos], y todo lo que existe en Irak. No había otra opción. “No necesito combatientes. Necesito comandantes operativos [para supervisar las Unidades de Movilización Popular Iraquí, Al-Hashd Al-Sha’abi), PMU].”

Por eso, en mi discurso [sobre el asesinato de Soleimani], dije que durante los aproximadamente 22 años de nuestra relación con el Hach Qassem Soleimani, nunca nos pidió nada. Nunca nos pidió nada, ni para Irán. Sí, nos lo pidió una vez, y fue para Irak, cuando nos pidió estos (120) comandantes de operaciones. Así que se quedó conmigo, y empezamos a contactar a nuestros hermanos (de Hezbolá) uno por uno. Pudimos traer a unos 60 comandantes operativos, incluidos algunos hermanos que estaban en la línea del frente en Siria, a quienes enviamos al aeropuerto de Damasco [para que esperaran a Soleimani], y otros que estaban en el Líbano, y los despertamos de su sueño y los trajimos [inmediatamente] de sus casas porque el Hach dijo que quería llevarlos con él en el avión que lo llevaría de vuelta a Damasco después de la oración del amanecer.  Y efectivamente, después de haber hecho juntos la oración del amanecer, volaron a Damasco con él, y Hach Qassem viajó de Damasco a Bagdad con 50 a 60 comandantes libaneses de Hezbolá, con los que fue  a las líneas del frente en Irak. Dijo que no necesitaba combatientes porque, gracias a Dios, había muchos voluntarios en Irak. Pero necesitaba comandantes [aguerridos] para dirigir a estos combatientes, entrenarlos, transmitirles experiencia y pericia, etc. Y no se fue hasta que le prometí que en dos o tres días le enviaría los 60 comandantes restantes.”

Viñeta soviética mostrando a los orientalistas trabajando. Izquierda: “Plan de trabajo, Instituto de Oriente”. La mujer está leyendo las 1001 Noches

El orientalismo, una vez más

Un ex comandante bajo el mando de Soleimani, al que conocí en Irán en 2018, nos prometió a mi colega Sebastiano Caputo y a mí que intentaría concertar una entrevista con el General de División, que nunca hababa con los medios extranjeros. No teníamos motivos para dudar de nuestro interlocutor, así que hasta el último minuto en Bagdad estuvimos en esa lista de espera selectiva.

Respecto a Abu Mahdi al-Muhandis, que murió junto con Soleimani durante el ataque del dron de Bagdad, yo hice parte de un pequeño grupo que pasó una tarde con él en una casa segura dentro – y no fuera – de la Zona Verde de Bagdad en noviembre de 2017. Mi informe completo está aquí.

El profesor Mohammad Marandi de la Universidad de Teherán, reflexionando sobre el asesinato, me dijo: “Lo más importante es que la visión occidental de la situación es muy orientalista. Parten de la premisa de Irán no tiene verdaderas estructuras y que todo depende de los individuos. En Occidente, un asesinato no destruye una administración, una empresa o una organización. El ayatolá Jomeini murió y dijeron que la revolución había terminado. Pero el proceso constitucional produjo un nuevo líder en cuestión de pocas horas. El resto forma parte de la  historia”.

Esto podría explicar gran parte de la geopolítica de Soleimani. Puede que haya sido una superestrella revolucionaria – muchos en el Sur global lo consideran como el Che Guevara del sudoeste asiático – pero fue, sobre todo, un engranaje articulado en una máquina muy articulada.

El vicepresidente del Parlamento iraní, Hossein Amirabdollahian, declaró a la red iraní Shabake Jabar que Soleimani, dos años antes del asesinato, ya había previsto una inevitable “normalización” entre Israel y las monarquías del Golfo Pérsico.

Al mismo tiempo, también era muy consciente de la posición de la Liga Árabe de 2002 -compartida, entre otros, por el Iraq, Siria y el Líbano: no se puede ni siquiera empezar a debatirse  una “normalización” sin un Estado palestino independiente -y viable- bajo las fronteras de 1967 con Jerusalén oriental como capital.

Hoy en día, todo el mundo sabe que este sueño está muerto, incluso completamente enterrado. Lo que queda es el cuadro habitual y siniestro: el asesinato usamericano de Soleimani, el asesinato israelí del eminente científico iraní Mohsen Fakhrizadeh, la guerra israelí implacable y de relativa baja intensidad contra Irán, apoyada plenamente por el aparato de Washington, la ocupación ilegal por parte de Washington de partes del noreste de Siria para apoderarse  de un poco de petróleo, la perpetua carrera por el cambio de régimen en Damasco, la incesante demonización de Hezbolá.

 Memorial a Soleimani y al-Muhandis erigido en la ciudad de Arabsalim, en el sur del Líbano

Más allá del Hellfire

Teherán ha dejado claro que el retorno a por lo menos  una cierta medida de respeto mutuo entre los USA e Irán implica que Washington se adhiera al PAIC sin condiciones previas, y que se ponga fin a las sanciones ilegales y unilaterales de la administración Trump. Estos parámetros no son negociables.

Nasrallah, por su parte, en un discurso en Beirut el domingo, destacó:

Una de las principales consecuencias del asesinato del general Soleimani y de al-Muhandis son los llamamientos a la expulsión de las fuerzas usamericanas de la región. Tales llamadas no se habían hecho antes del asesinato. El martirio de los líderes de la resistencia puso a las tropas de USA en la vía de la salida de Irak”.

Quizás sea un deseo piadoso, ya que el complejo militar-industrial-de seguridad nunca abandonará voluntariamente un centro clave del Imperio de las Bases.

Lo más importante es que el entorno post-Soleimani trasciende a Soleimani.

El Eje de la Resistencia – Teherán-Bagdad-Damasco-Hezbolá – en lugar de derrumbarse, seguirá fortaleciéndose.

En el plano interno y siempre bajo las sanciones de “máxima presión”, Irán y Rusia cooperarán para producir las vacunas Covid-19, y el Instituto Pasteur de Irán coproducirá una vacuna con una compañía cubana.

Irán se consolida cada vez más como el nodo clave de las nuevas Rutas de la Seda en el Asia sudoccidental: la asociación estratégica Irán-China está siendo revitalizada constantemente por los ministros de  Asuntos Exteriores Zarif y Wang Yi, y ello incluye a Pekín  que esta inflando su inversión geoeconómica en South Pars, el mayor yacimiento de gas del planeta

Irán, Rusia y China participarán en la reconstrucción de Siria, que también incluirá a largo plazo, una nueva rama de la Ruta de la Seda: el ferrocarril Irán-Iraq-Siria-Mediterráneo Oriental.

Todo esto es un proceso continuo e interconectado que ningún Hellfire (fuego del infierno) puede quemar.

NdE

* Mighty (Potente) Wurlitzer: órgano utilizado en los años 20 y 30 para acompañar películas mudas, y cuyo vibrato fue diseñado para imitar mejor la voz y los instrumentos de la orquesta. Metáfora utilizada por un ex funcionario de la CIA, Hugh Wilford, en su libro The Mighty Wurlitzer, How the CIA Played America (2008) para describir las actividades culturales clandestinas de la agencia durante la Guerra Fría, comparándola con un Mighty Wurlitzer capaz de tocar cualquier melodía, es decir, de producir cualquier propaganda al servicio de la política usamericana.

Pepe Escobar Пепе Эскобар پپه اِسکوبار

Original: Soleimani geopolitics, one year on

Traducido por María Piedad Ossaba para La Pluma y Tlaxcala, 10 de enero de 2021

Editado por   Fausto Giudice Фаусто Джудиче فاوستو جيوديشي

Traductions disponibles : Português/Galego  Français

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