Con un cuchillo feminista … Darwish fue asesinado en el matadero “Haaretz”

Estoy de acuerdo con Natour en que no podemos desarrollar la narrativa palestina con herramientas masculinas patriarcales. Un pueblo que oprime a sus mujeres nunca está libre de ocupación… Cada acto esclarecedor ampliará y evolucionará la narrativa palestina, y surgirá la esperanza de otro mañana.

Las tormentas digitales emergentes en la sociedad palestina, específicamente en los territorios de 48, generalmente llegan tarde al espacio de la minoría curiosa de los hablantes de hebreo en el Medio Oriente, y siempre hay un escritor alternativo que se ofrece voluntario para llenar el vacío de conocimiento por parte de curiosos, observadores e interesados en la actualidad.

Retrato de Mahmoud Darwish en la isla tunecina de Yerba, por Yazan Halawani, 2014

La construcción de puentes ocupa un lugar especial que fue definido en el comienzo de mis aventuras escritas. Transmitir lo que está en la mente de los palestinos en el idioma del enemigo es un riesgo al que cualquier escritor se puede enfrentar.  Es un dilema moral y patriótico que se sitúa entre la resistencia a la sed del lector judío por recibir lo que desea y lo que quiere de él el mundo, y la autodestrucción de la identidad árabe; entre lavar la ropa sucia, o incluso limpia, en los patios de extraños. Nunca es una tarea fácil decir la verdad y no dejarse llevar por el embellecimiento de lo que es feo en nuestra sociedad. Hay palestinos que eligen escribir en hebreo como un acto de rebeldía, y luego tropiezan mil veces con cada palabra escrita para poder pasar las barreras y las preocupaciones de los medios hebreos, y a la vez teniendo en cuenta su estómago, sensible por todo lo que es palestino.

Traduje algunos de los poemas de Darwish para usarlos en mi periplo académico, y recuerdo que un oficial militar retirado que estudió conmigo en un instituto académica, un día se cansó de mis poemas traducidos y me preguntó: “¿Por qué Darwish? ¿Por qué esta insistencia en traerlo aquí?”.

Mi respuesta automática fue: “a quién motiva la compasión … estoy triste porque vivís en la oscuridad cultural aquí, el corazón de Oriente, y mi misión es encender una pequeña vela que ilumine vuestros corazones a través de los poemas de Darwish, para que os deis cuenta de lo que sucedió aquí hace décadas, ¡es solo cuestión de compasión!”

Hay una gran cantidad de textos, incontables investigaciones, artículos y libros -a veces incluso en el límite del exceso- escritos en varios idiomas del mundo sobre el conflicto palestino-israelí. Cien años de literatura han intentado analizar la narrativa del pueblo asolado. Es algo que he tratado desde varios aspectos políticos, religiosos, sociales, culturales y feministas … etc., Pero pocos textos han sobresalido en el análisis de la importancia de la poesía dentro del hogar palestino.

Unas pocas palabras, intensas, elocuentes y adornadas, que narran las epopeyas de un pueblo y la historia que aún vivimos; ¿Cómo se puede traducir el problema al pueblo escogido de Dios, que causó la existencia de este problema, que está conectado a él con el cordón umbilical, y que niega hasta el día de hoy la catástrofe que pasó en esta tierra, lo que Darwish nos enseñó es digno de vida, y estas letras fueron talladas en madera de olivo que fue desarraigada por la ocupación, y suspendidas? En muchos hogares palestinos y no palestinos en todo el mundo; ¿Como traducirlo?

Procesión tintineante hacia el sacrificio

Leí lo que Rajaa Natour escribió en el periódico israelí “Haaretz” el fin de semana pasado sobre una historia amarilla que sacudió las plataformas y las páginas de redes sociales recientemente. El artículo apuntaba que Mahmoud Darwish tenía una hija secreta de una mujer casada. No reaccioné en aquel momento a esta polémica. No presté especial atención a las aventuras de Darwish, y no sé por qué todo suscitó un shock para los amantes y defensores de Darwish. El primer poeta palestino es un hombre como el resto de los hombres, que tiene hormonas e instintos. No es una persona inmune a todo ello, ni tampoco un ángel. Si la historia detallada es verdadera, esa mujer eligió, por su propia voluntad, entablar esta relación secreta. Desde mi punto de vista, es un acto inmoral, y no aumenta mi respeto, ni mi aprecio por este hombre, del que permanece un inmenso legado literario. Le pregunté a muchos seguidores y defensores de Darwish por su nombre y legado: ¿Qué haríamos si supiéramos que era un hombre violento, por ejemplo, y no solo un don Juan como se dice?

El artículo objeto de controversia fue publicado por el poeta y novelista Salim Barakat, titulado “Mahmoud Darwish y yo”. Algunos tenían detalles de la historia, y otros, indicios. Natour abrió la veda. Así que escribió que finalmente era hora de matar a la vaca sagrada que lleva el nombre de Mahmoud Darwish, y eso de matar a las vacas sagradas gusta.

Este deseo de venganza se remonta a una experiencia adolescente hace varios años, cuando Natour abordó un libro de poesía de Darwish de la colección de la biblioteca de su padre, cubierto con la imagen del poeta, titulado “Asedio a las alabanzas del mar” (1984). El misterioso nombre atrajo a la niña y decidió leerlo, pero su descontento aumentó con cada poema que no entendió.

Sonrío cuando recuerdo mi discusión con mi padre sobre las canciones de Umm Kulthum, a la que él adoraba, mientras que a mí me turbaban. Y entonces él decía: “Las entenderás cuando seas mayor, Umm Kulthum tiene su tiempo en la vida de una persona”.·

Me parece que este también es el caso de la poesía. ¡Quién de nosotros nunca ha encontrado un texto rebuscado y difícil un día u otro que no despierte ni toque ningún sentimiento! Esta experiencia es muy natural y humana. No nos gusta toda la poesía, ni nos emociona cada producto literario. Y una experiencia de infancia frente a un texto no invita a esta venerable procesión en el camino hacia el matadero construido por Natour al que arrastra a sus vacas sagradas.

Natour dice en su artículo que en aquel momento no tenía el lenguaje y las herramientas necesarias para enfrentarse a este poeta, mientras que hoy está madura y lista para el sacrificio. No tengas miedo, lo matarás con cuidado y no sentirás el derramamiento de sangre.

¡La adolescencia enojada ha crecido, y hoy tiene las herramientas y las tablas para acabar con el poeta, con un cuchillo feminista muy afilado!

A mi feminismo le molesta tanto la metáfora de la matanza como su escena. Matar es definitivamente una negación sin remedio. La violencia y la muerte … Yo soy feminista y busco la vida, el despertar y la esperanza. No soy una escritora o crítica especializada en la estética de los textos literarios, por lo que me atrevo a analizar y criticar la obra de Darwish desde una perspectiva feminista. De hecho, hay quienes han estudiado y analizado sus textos desde este ángulo. Hasta que el propio Darwish criticó su experiencia literaria en el eje cambiante y móvil del tiempo; ¡Entonces es una falacia afirmar que Darwish nunca fue criticado o tocado!

Como mujer palestina que sufre la represión y la injusticia, no necesito matar a nadie, ni siquiera a los íconos, ya sean culturales, de civilización o de otro tipo, y actualmente no deseo destruir ninguna estatua en los campos de libertad con los que sueño. Como todas las mujeres en el mundo, la mujer palestina sufre de exclusión y marginación política, cultural e histórica, y la dominación masculina en todos los ámbitos. Creo que nuestro verdadero papel feminista, mujeres y hombres, es hacer que se escuchen las voces y narrativas de las mujeres, documentar sus historias orales específicamente y revivir sus roles en la resistencia y la confrontación de la injusticia y la ocupación.

No voy a enterrar los miles de textos que elaboró Darwish con el pretexto de que acaparó la narrativa palestina y la usó exclusivamente para él, con herramientas masculinas patriarcales, y fortaleció la presencia palestina en forma de víctima y mártir.

El sistema cultural palestino contribuyó a la marginación y los estereotipos de las mujeres, y prefirió retratarlas llorando y afligiendo a sus esposos e hijos que murieron en los campos de batalla; En él, se asemeja a todos los sistemas culturales nacionales de otros pueblos, que están dominados por hombres. Nuestro trabajo es desmantelar este sistema e infiltrarlo con mujeres, y crear un movimiento cultural feminista basado en los cimientos de lo que se ha construido durante décadas.

Natour cometió un error en mi opinión, cuando ella misma contribuyó a la deificación de Darwish, y luego le acusó de secuestrar la narrativa palestina con herramientas masculinas, y de moldearla y diseñarla de manera ordenada y reflexiva, de una manera que marginaba a las mujeres, y que silenciaba sus recuerdos y sus voces.

Esta alegación es altamente contradictoria. Por un lado, la escritora no cree con un dios llamado Darwish, y busca arrojarlo al cubo de la basura del mundo cultural, y, por otro lado, ¡le otorga una   fuerza tan grande, que es suficiente para provocar toda la opresión y exclusión experimentada por las mujeres de Palestina!

Darwish, por Ernest Pignon-Ernest, Ramala, 2009

Formulación y desarrollo de la narrativa

Darwish ha ganado una posición y un papel prominente en la formulación de la narrativa del pueblo palestino en el ámbito literario, con sus mujeres y hombres, a través de un esfuerzo que ha durado décadas, ha resultado en miles de textos poéticos, en prosa, críticos y políticos. Incluso fue él quien escribió de su mano el documento de la declaración de independencia palestina, y no lo hizo a expensas de nadie. Los versos se convirtieron en palabras cortas y simples, expresando con genialidad la calamidad de un pueblo y su esperanza de vivir y de conseguir la liberación, resurgiendo de debajo de los escombros para infundir el espíritu de rebelión y resistencia en nosotros generación tras generación. Aquí tienen el texto de Darwish que intensifica la guerra y el amor, el bien y el mal, la adoración y el sentido de pertenencia, en la distancia entre sus ojos y los ojos de Rita, donde está el rifle, en “el largo invierno de Rita”.

Darwish, el poeta “hombre”, puede haber contribuido a mantener a las mujeres alejadas del campo de la literatura al acapararlo. Y específicamente, la disciplina de la poesía, con o sin intención. Pero los autores hombres no aparecieron fácilmente en estos ámbitos, y ninguna figura literaria, ya sea una mujer o un hombre, ha llegado a ocupar un lugar tan importante como Darwish en la literatura palestina contemporánea. Y sería bueno para nosotros que eso pasara, y que nuestras vidas estén llenas de artistas, escritores y filósofos … que en las venas de nuestro movimiento cultural fluya una sangre nueva y ardiente, y así aprovechar sus frutos desde todos los lados, en todos sus tonos y matices.

Este es el papel de la lucha cultural, tal como lo veo: la formulación de una narrativa, y sus críticas y su desarrollo con el fin de adaptarse a cada época y a cada pensamiento. ¡No mates vacas ni entierres poemas! ¡Este es el verdadero acto feminista que hoy nos permite avanzar con el pueblo al que pertenecemos!

Y sí, el pueblo palestino es la víctima, no tartamudees al decir esta verdad. Hay una víctima, y hay un verdugo, hay un ocupante y el que se encuentra bajo su fuego, un opresor y unos oprimidos. Y el enfado de Natour con Darwish complace los instintos sionistas de los lectores de “Haaretz” hartos de los palestinos “desgraciados” que “lloran” sobre las ruinas de pueblos y ciudades, y del enfado frente a los obstáculos y las paredes de la ocupación. Esos son los mismos lectores que llaman a nuestra implicación en la guerra contra la derecha.

En nuestro idioma y en nuestros foros

No tenemos derecho a destruir el pasado y a distorsionar el presente. Podemos trabajar por un mañana mejor, juntos, palestinas y palestinos, en nuestro idioma, en nuestros foros y en nuestras plataformas, para empujar a las mujeres a cada ámbito y punto de luz dominado por los hombres. Sabemos que no seremos invitadas fácilmente, y las puertas no se nos abrirán con gusto.

Estoy segura de que en algún momento estaremos listos para abrir las puertas de la discusión “a nuestros primos”, como a algunos les gusta llamar a los judíos, y luego podremos traducir nuestra narrativa y organizarla con poesía en idioma hebreo, y la “plaza pública” puede convertirse en un lugar más amplio y más amplio, que nos acomode a todos.

Estoy de acuerdo con Natour en que no podemos desarrollar la narrativa palestina con herramientas masculinas patriarcales. Un pueblo que oprime a sus mujeres nunca está libre de ocupación.

Tarde o temprano, cada palestino asumirá, de una manera fácil o difícil, a través de los artículos de “Arab 48”, “Arab Jerusalem”, “Haaretz” o “The Guardian”, y en todos los idiomas, esa crítica de lo que fue escrito en el pasado, no importa cuán aguda sea, de que solos, y sin mujeres, no tenemos existencia ni permanencia. Nuestro futuro como pueblo que busca la libertad y la independencia depende de nosotros, a través de nuestro trabajo conjunto. Mujeres y hombres, y debemos escribir sobre Palestina y documentar sus historias, específicamente orales y femeninas, y analizar y criticar cualquier producción cultural creativa con herramientas feministas. También debemos monitorear el movimiento nacional, traducirlo con estas herramientas e iluminar los puntos oscuros ocultos de los que no sabemos mucho, desde todos los ángulos, desde el punto de vista del feminismo frente a la masculinidad, del centralismo rural frente al urbano, secular y religioso, militar y civil, elitista y popular. Cada acto esclarecedor ampliará y evolucionará la narrativa palestina, y surgirá la esperanza de otro mañana.

Elegí este poema de Darwish, por lo que podríamos ir juntos de dos maneras diferentes, y tal vez seríamos buenos:

¿Soy yo otra tú
y tú otro yo?
Éste no es mi camino a la tierra de mi libertad.

Éste no es mi camino a mi cuerpo
y yo no seré “yo” dos veces
ahora que mi pasado ha ocupado el lugar de mi mañana
y me he escindido en dos mujeres.

No soy oriental
ni occidental.
No soy un olivo que ha dado sombra a dos aleyas.
Partamos, pues.

“No hay soluciones colectivas para las obsesiones personales”.
No es suficiente que estemos juntos
para estar juntos…

Nos falta un presente para ver
donde estamos. Partamos tal como somos,
una mujer libre
y su viejo amigo.

Partamos juntos en dos direcciones.
Partamos juntos
y seamos buenos…

(Nos falta un presente, trad. de María Luisa Prieto)

Samah Salaime سماح سلايمة סמאח סלאימה

Traduit par  Ricard González Samaranch ريكارد غونزاليس سمرانش

Edité par  Fausto Giudice Фаусто Джудиче فاوستو جيوديشي

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Fuente: Tlaxcala, 16 de julio de 2020