Se anuncia una conferencia de Iván Duque en la Unesco.
Ud. se inscribe, recibe una confirmación. Llega a la hora a la sede de la Unesco. Y después de hacer cola durante 1 hora, anuncian que la Embajada de Colombia está « filtrando » y que no va a ser posible acceder al recinto. Como Ud., hay 100 personas, quizá más. Todos con su acreditación. Todos ofuscados. Todos afuera, en la calle. Avisan los guardias que sólo entran los “importantes”, los diplomáticos. Dicen que la Embajada de Colombia tiene una lista y tacha a los que no quiere que entren, o sea los 100 o más que están afuera con Ud.
Avisa un empleado de la Embajada que el organizador colombiano por el lado de la Unesco, el sr Luis Armando Soto Boutin, va a salir a explicar lo que pasa.
En vez de él, empiezan a aparecer echados del recinto. Colombianos que estaban sentados en la sala y que fueron sacados violentamente (como en el video 1).
La gente, afuera, se ofusca aún más. Ud se enfada. Con otros, exige una explicación, increpa a Duque. Ud. está afuera. Duque no oye nada de esto. Adentro del recinto, en una charla supuestamente dirigida a colombianos, está hablando en… inglés.
Afuera, alguno saca algún cartel. Se habla de la situación de la educación pública, de la represión del movimiento estudiantil, de la desaparición de los defensores de la paz, la homofobia de la nueva embajadora, de las ganas de trabajar por el país.
Los de afuera siguen esperando alguna explicación. En vez del Sr. Soto, o de la embajadora Vivian Morales, los que aparecen son robocops franceses. Nueve tanques llenos de policías. La gente entona “Nos tienen miedo porque no tenemos miedo” (segundo video).
Los de adentro no se enteran de nada. Quién sabe como titule la prensa los hechos. Ud. está leyendo los hechos.
Olga C. González
Fuente: Olga L. Gonzáles, 13 de noviembre de 2018