Así, este domingo 11 de noviembre de 2018, 80 jefes de Estado y de gobierno, invitados por Emmanuel Macron, celebrarán el final de la Gran Guerra de 1914-18 al pie del Arco del Triunfo en París. Entre los ausentes de la ceremonia se encontrarán los descendientes de los tiradores senegaleses que no obtuvieron un visado debido al “riesgo de migración”. Habrá otros ausentes en esta ceremonia: los pueblos mártires de la Gran Carnicería, que lanzó el siglo XX y su procesión de horrores: guerras, masacres, genocidios, epidemias. Se dice que la Primera Guerra Mundial mató a unos 19 millones de personas. Se olvida la pandemia de gripe que siguió inmediatamente a la guerra y que mató entre 50 y 100 millones de personas, principalmente adultos jóvenes, desde China e India hasta los EUA y Europa. Y, por supuesto, se han olvidado los miles de soldados fusilados por sus propios hermanos en armas, por orden de sus comandantes, empezando por el “gran soldado”, Philippe Pétain, cuyo solo nombre resume toda la infamia francesa. Los mil soldados del Imperio Francés “fusilados para dar ejemplo”, los miles de soldados del Imperio Británico, el Imperio Alemán, el Imperio Austrohúngaro, el Imperio Ruso, el Imperio Otomano, el Reino de Italia que sufrieron el mismo destino por negarse a combatir, son los únicos verdaderos héroes de esta sucia historia. Dediquémosles un minuto de silencio.
¡Ni guerra entre pueblos ni paz entre clases!
Fausto Giudice Фаусто Джудиче فاوستو جيوديشي
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Fuente: Tlaxcala, 11 de noviembre de 2018